Sunday, November 06, 2005

La música: ¿determinismo natural o construcción social?

Este es un tema que ha surgido y vuelto a surgir en charlas con varios de ustedes. Me temo que en algunos casos, lo que planteé▲ no quedó claro. Debido a ello, utilizaré este medio para explicar mi argumento. Quienes tengan opiniones o comentarios al respecto, por favor mandarme un mail a estrazulas.francisco@gmail.com.
Como algunos sabrán, un sonido o una nota corresponde a una determinada frecuencia de sonido. Por ejemplo, un LA corresponde a 770 MHz. Esto quiere decir que el sonido es un continuo (un espectro) que se extiende desde frecuencias muy bajas que se escuchan como sonidos intermitentes hasta frecuencias tan altas que el oído humano no puede percibirlas. Dentro de ese espectro sen encuentra el espectro que el ser humano puede oír. En algún momento de la historia, la cultura occidental, decidió dividir el espectro audible en pequeños fragmentos de frecuencia que constituyen los denominados “semitonos”. Es decir, la diferencia de frecuencia que existe entre una nota y su sostenido o bemol. ¿Qué quiero decir con esto? De una nota en el piano a la inmediatamente siguiente hay una diferencia en frecuencia, y en la música occidental, jamás escucharemos “cuartos de tono” u “octavos de tono” al menos que el cantante o un instrumento esté desafinado. Es decir, si por ejemplo un LA son 770 MHz y un LA sostenido (la siguiente nota) son 790 MHz, en la música occidental jamás escucharemos el sonido que corresponde a la frecuencia 780Mhz. En el caso de la música oriental (la música Gamelán de Indonesia o la música árabe) suelen incluirse cuartos de tono, octavos de tono y sonidos que para los estándares occidentales son considerados desafinados.
En todo caso, algunos sabrán que las canciones, tal como son concebidas en occidente, están estructuradas en acordes. Estos acordes corresponden a combinaciones de 3, 4 y hasta cinco notas encuadradas dentro de una escala (por ejemplo, sol menor, la sostenido mayor, re mayor, etc…) y que por alguna razón le hacen sentido al cerebro humano. Hacen un contrapunto que suena agradable para nuestro cerebro. No todas las combinaciones de 3, 4 y 5 tocadas simultáneamente notas le hacen sentido al cerebro humano. La mayoría nos parecerían abstractas y evocarían un sentimiento desconcertante. A pesar de ello existen combinaciones que evocan sentimientos comprensibles. Por ejemplo, si, dentro de una determinada escala mayor compuesta por ocho notas toco la primer, la tercera y la quinta nota, verán que el sonido que se emite hará sentido y evocará un sentimiento de confort y alegría. Si, por el contrario, bajo la tercer nota un semitono, el sonido evocará un sentimiento de tristeza y melancolía. Esto quiere decir que existen ciertos padrones, ciertas combinaciones de frecuencia que hacen sentido en el cerebro humano y evocan distinta clase de sentimientos.
Mi pregunta es, ¿estas combinaciones que evocan sentimientos existen en la naturaleza y por eso fueron registradas y utilizadas a lo largo de la historia o son construcciones sociales a las cuales nuestro oído está acostumbrado y por ello existen?
Yo sostengo que no son construcciones. Sostengo que estos padrones existen en la naturaleza, por eso un perro o un mono se tranquilizan con música clásica muy harmoniosa y se ponen nerviosos con música abstracta y disonante como pueden ser algunas de Phillip Glass o George Crum. Creo que es algo que da para pensar ya que si existen es o padrones de frecuencia que evocan sentimientos agradables en la conciencia puede querer decir que otros tipos de belleza pueden existir “out there” y no ser necesariamente construcciones sociales fruto de nuestra experiencia social.

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